Cuando hablamos de Servicio, siendo algo que no se ve ni se siente, es difícil cuantificar su valor. Y al no cuantificarse suele pasar a segundo plano o ni siquiera tomarse en cuenta.
Por ejemplo, al buscar un equipo de seguridad profesional con cámaras o bien un sistema de control de accesos, nos encontramos con varias opciones. Una opción podría ser todo incluido, el equipo, envio y la colocación, el otro solo el equipo y el envio, por supuesto, este ultimo será barato y en teoría más conveniente. Pensamos…. ya lo instalaremos nosotros o bien le pediremos a alguien que no los instale.
Nos vamos por el barato, no los traen y todo muy bien. Le pedimos a Pedro que lo coloque, saca todo… lo coloca… y ups! no sirve…. o funciona parcialmente… le mueve aquí, le mueva allá, igual… Pasan los días y nuestro equipo funciona, pero no al cien por ciento. Y eso no solo porque pedro no lo supo colocar bien, sino también, porque no se conoce la potencialidad del equipo a fondo.