Sabe como nos llamamos, nuestro teléfono, dirección, gustos, horarios, amigos, cuentas bancarias, todo. Pues a esa persona omnipresente la podemos encontrar en muchos hogares actualmente, que atiende nuestras demandas a cualquier hora con solo decirle hey!. Les presento a los Asistentes Virtuales o altavoces inteligentes, que han llegado para quedarse.
Comencemos explicando un poco lo que es un asistente e voz…
Son programas de software basados en inteligencia artificial con capacidad de reconocer el lenguaje con elevada precisión y responder a comandos de voz para ejecutar una serie de tareas y preguntas según las fuentes de información disponibles, de modo que posibilitan a los usuarios interactuar con diferentes plataformas y hardware mediante la voz. Pueden estar integrados en diversas plataformas y\o dispositivos como por ejemplo: Altavoces, smart speakers o asistentes domésticos. Dispositivos inalámbricos de comandos de voz con una serie de tecnologías integradas, que permiten controlar la domótica de la vivienda, Asistentes virtuales que pueden reproducir música, consultar información, aportar entretenimiento, etc. Otro ejemplo serían los Teléfonos inteligentes o Smartphones. Aquí van integrados en el teléfono independientemente del sistema operativo.
En este artículo nos concentraremos en los Asistentes Virtuales o Altavoces inteligentes.
Según estudios Adobe Digital Insights, se utilizan en la mayoría de las ocasiones para escuchar música (70 %) y para hacer consultas meteorológicas (64 %) Pero estos dispositivos pueden incluir otras habilidades o skills incluyendo ya a terceras personas, como por ejemplo objetos que trabajarían en conjunto y conectarían los asistentes con nuestro hogar, convirtiéndolos de esta forma en una casa domótica o inteligente.
Sin embargo es un hecho que durante los próximos años se desarrollara más las experiencias personalizadas para el usuario gracias a la comprensión contextual y cognitiva: el asistente será el que llame por nosotros a comercios, empresas o clientes, nos concierte citas y nos las agende según nuestra disponibilidad. Los asistentes de voz más populares hoy son: Google Assistant, Siri (Apple), Alexa (Amazon), Cortana (Microsoft) y Bixby (Samsung).
Al igual que han subido las ventas en los últimos anos de estos artículos también se ha incrementado la alarma social en torno a ellos, frases comunes como. “Tener a un asistente de voz en casa es peor que meter a un extraño y tenerle día y noche en tu sofá”, “te espían, oyen tus conversaciones, las graban”, “venden tus datos a terceros”, “¡Pueden meternos un troyano y violar toda nuestra intimidad!”pero….
Tienen algo de malo estos micrófonos vigilantes? Podríamos pensar en primera instancia en la filtración de información personal y corporativa. Pero hay otra que los ciberdelincuentes podrían usar para ganar dinero: ¿le dictas los números de tu tarjeta de crédito y las contraseñas para rellenar los formularios de las webs? Esto puede ser contraproducente para ti y beneficioso para ellos. Los altavoces inteligentes pueden reconocer voces incluso en entornos ruidosos o con música. No tienes que hablar de forma muy clara para que te entienda. Existen varias historias curiosas que tiene que ver con asistentes virtuales, todas tienen que ver con diferentes asistentes de voz y con dispositivos inteligentes.
Por lo mismo es muy importante conocer lo que se está comprando antes de adquirirlo, quien ofrece seguridad y quien no, igual que con cualquier producto tal como televisores inteligentes, teléfonos celulares etc…
Estamos entrando en una era de cambio en donde la tecnología cada vez estará más presente en todos los ámbitos de nuestra vida, pero no debemos olvidar que esta existe para empoderarnos y hacernos mejores no para controlar y utilizarnos o bien sacar provecho de nosotros.
En todo occidente especialmente en Europa existen reglamentos de Protección de datos, los cuales amparan al usuario, no ocurre lo mismo en Oriente en el cual la protección de privacidad del usuario no es incumbencia del estado. Ante este hecho, ¿se compraría usted un asistente de voz o cualquier producto que requiera protección de datos Made in China u optaría por uno occidental que le garantice unas políticas de privacidad establecidas?
Pero dejando un lado esto y regresando a la pregunta que nos interesa: ¿Nos escuchan o no nos escuchan? Sí, pueden hacerlo. Pero no lo hacen las 24 horas del día. Únicamente escuchan en cuanto les decimos Hey!
Según declaraciones del responsable de Producto de Google, David Monsees, utilizan equipos de lingüistas que rastrean y escuchan aleatoriamente conversaciones con el objetivo de mejorar el sistema cognitivo y que los dispositivos puedan entender mejor lo que les decimos. En total, analizan un 0’2 % de las grabaciones de nuestras conversaciones con familia, amigos, pareja, etc.
Pero si ponemos a analizar bien las cosas nos daremos cuenta que llevamos un dispositivo inteligente con asistente de voz encima las 24 horas y que prácticamente monitorea y almacena nuestros datos, el Teléfono inteligente o Smartphone en varias ocasiones al descargar una aplicación nos solicita permiso para acceder a la cámara, al micrófono o a la agenda, y esta petición no tiene nada que ver con la funcionalidad en sí de la aplicación, es mejor no descargarla, o al menos, rechazar todos los permisos. Si no, estaremos abriendo la posibilidad de que funcionen en segundo plano y, sin nuestro consentimiento, haga capturas de pantalla, saque fotos o grabe vídeos y lo manden a un servidor externo.
Es aquí cuando debemos de utilizar el sentido común y la responsabilidad. No confiarnos en empresas que nos dan una aplicación de forma gratuita solo por el bien común, hay que recabar información acerca de ella y no permitir todo lo que nos solicita al momento de descargarla.
Estamos entrando en una era de cambio en donde la tecnología cada vez estará más presente en todos los ámbitos de nuestra vida, pero no debemos olvidar que esta existe para empoderarnos y hacernos mejores no para controlar y utilizarnos o bien sacar provecho de nosotros. En nuestro poder está el decidir que tecnologías entran o no a nuestras vidas, una vez conociendo a fondo de que se trata, quien lo respalda, y que se pone en juego podremos confiar en ellas y tomar una decisión. Necesitamos saber qué quieren de nosotros, qué harán con nuestra información.
Sin lugar a dudas no podemos parar los avances tecnológicos, ya que los beneficios son mayores que las desventajas, por ello es nuestro deber como sociedad exigir que sea regulada y observada y nuestra privacidad respetada.
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